Desahucio por falta de pago

Los procesos de desahucio por falta de pago reflejan de forma especialmente aguda la tensión entre el derecho de propiedad del arrendador y el derecho a la vivienda del arrendatario. Este tipo de conflictos, frecuentes en el ámbito arrendaticio, exigen una respuesta jurídica que logre un equilibrio razonable entre ambos intereses, sin menoscabar las garantías procesales que asisten a cada parte.

Las reformas legislativas y la evolución jurisprudencial han intentado adaptar el procedimiento a estas exigencias, introduciendo mecanismos que permitan agilizar el desalojo en caso de impago, al tiempo que se refuerzan las posibilidades de defensa del inquilino en situaciones de vulnerabilidad. Aun así, siguen planteándose importantes dudas sobre la suficiencia de dichas garantías, especialmente en contextos de emergencia habitacional.