Instrucción sumarial y diligencias de investigación

La instrucción penal es, sin duda, la fase más polémica y decisiva del proceso penal. Aunque el juicio oral es el momento en que se decide la culpabilidad o inocencia del acusado, es durante la instrucción donde se construye la base del caso: se identifican los sujetos implicados, se practican pruebas y se sientan las bases para la acusación o el sobreseimiento. Por ello, la instrucción se ha considerado tradicionalmente como el verdadero “arsenal” de las partes, según palabras ya recogidas en la Exposición de Motivos de la LECrim.

Esta monografía ofrece un análisis profundo y actualizado de esta etapa clave, abordando tanto los desafíos que plantea su carácter mixto —investigador y decisorio— como la creciente controversia sobre el modelo actual del juez instructor. Se estudian además las reformas de 2015 que introdujeron límites temporales y regularon nuevas diligencias tecnológicas, todo ello desde una óptica garantista y respetuosa con los derechos fundamentales, sin perder de vista las críticas estructurales que pesan sobre la LECrim de 1882.

Atelier